jueves, 3 de junio de 2010

5*

BOGOTÁ. OCTUBRE-92
El dolor es un placer inolvidable


Lo que recuerdo es el brillo de sus ojos y luego la huella de su voz en la estrecha oscuridad. Los besos colgaban de la asustada superficie como relojes de Dalí y caían en los huecos sin duendes y luego sentí su acre olor dentro mío y me comí su olor y el corazón de su olor... Las manos se repitieron hasta el cansancio y había más manos que lugares para ellas, y también algo de sangre y lágrimas y moco sobre el resplandor de su cuerpo. No sé si fue bueno, sé que fue arduo y único. Los otros detalles se los tragó la ansiedad. Ella nunca me contó qué había sentido.

Afuera Cueto y Víctor seguían discutiendo. Ella no se había movido, Abrí la puerta y me senté con ellos. Cueto y Víctor me miraron con picardía. Me sentí mal, como desnudo en un mercado público. Les pedí que se fueran. Se alejaron entre risas. La llamé. Era una noche cálida. Estuvimos sentados en la puerta del local más de dos horas sin decir una palabra.


Después lo hicimos cada día, cada segundo, cada pestañeo. Nunca perdímos oportunidad, era una fuerza que desplazaba las otras, en cierto sentido lo sexual fue devorando el resto. Cuando me dejó le dije que teníamos muchas cosas, que no podía dejarlo todo así, que hasta en eso éramos congruentes. Ella me dijo que eso era lo único que teníamos. Lo pensé. Tenía razón.


Tu cuerpo blanco como la luna de los sueños. Tus ojos abiertos sobre un enigma. Tus manos sabias. Bajo al fondo del mar y me toco, justo antes de morir, una piedra redonda. La piedra me trae de regreso a la superficie. No trato de entender lo que ocurre, me tiendo sobre su cuerpo y escucho lo que dicen los astros. Una voz trata de romper los espejismos pero ya no puede. Eres tanto así, tanto bella. Un regalo de la muerte. Mi cuerpo no lo puede creer, no creo en mi cuerpo. Mi cuerpo se opone como estúpida ciencia entre tú y yo. Tu cuerpo se deshace para dejarme entrar, mi cuerpo es duro como una ley, como un pacto de otros. Renuncio a mi cuerpo y me entrego al tuyo, renuncio a mi alma. Eres el hueco en mi corazón, la raya en mi pensamiento.

Después que te fuiste necesité mucho tiempo para hacerlo con otra mujer. Quizás hubiera sido mejor no intentarlo. Todo sin ti es desteñido y sólido, algo ya no está conmigo, el encanto murió y sólo quedan el insípido placer, la oquedad, el vicio. El deseo sigue intacto pero la atmósfera no fluye. Tenías una forma pecular de iluminarme un silencio con leves resonancias de estaciones llovidas, de hoteles a mitad del desierto. Ignoro qué clase de tipo será tu marido pero dudo que tenga lo suficiente. Y no se trata de mí sino de ti, de tu fatiga y ausencia en cualquier instante, algo que es nuestro secreto, algo frío y peligroso.


Tu cuerpo era mío cien años antes de pertenecerte, te salvé muchas veces en otras vidas, torcí tu corazón y nadie puede enderezarlo. Nada hice con secretas intenciones, no hubo dinero ni honores a cambio, no hubo pacto ni chantaje. Te entregaste a mí y te tomé con sumo cuidado. Estabas hecha de tal forma a mi naturaleza que nadie estará contigo sin tenerme un poco. No tenías ninguna experiencia. Entre los dos nada faltó. Ahora te rodean objetos y tienes lo que ustedes llaman una vida. Sabes que carezco de talento para eso, no sé despertarme acompañado cada día, no sé bajar escaleras a cierta hora ni besar a determinada gente. Sería capaz de quemar un hospital pero jamás cumpliré una cita. Los seres superiores como tu marido hacen un trabajo excelente. Sólo atino a vivir y por eso me llaman vividor. ¿Qué puedo ocultar? Mi huella queda en el agua.


Ahora parezco un viejo cowboy desnudo en la solitaria cama de un hotelucho. El más anónimo pistolero del far West. Una mujer en mis manos no sería una mujer sino un lugar de relámpagos, una furia de ardores y significados. Lástima que ninguna mujer pueda moverme eso, lástima que seas tú la única mujer capaz de encender la vieja bombilla del sótano. Si te tuviese ahora sería un homicida en el fondo submarino, sería el mismo diablo.

Todo el futuro está hendido de ti, todo es repetición y mugre. Al menos espero que te encuentres bien, que tu fiesta dure. Sería criminal que no fuese así.






**Nunca nada calza a la perfección, veo aqui algunas caracteristicas, algunos sentimientos de algún suceso importante relatados impecablemente -aunque aleatorios- plasmados en esta pérfida historia de dos...

La novela completa en pdf aqui:
http://www.fileden.com/files/2007/2/24/817647/erase%20una%20vez%20el%20amor.pdf **

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